
Cuando surge la pelea, el primer herido es el paisaje, el equilibrio
arrasado por empujes enemigos, el suelo golpeado por pezuñas
de contienda, un verraqueo apagado tan solo por muerte o abandono
"NO soy de un pueblo de bueyes, que soy de un pueblo que emergen yacimientos de leones, desfiladeros de águilas y cordilleras de toros con el orgullo en el asta."